Add parallel Print Page Options

Me arrojaste a las simas del mar,
sus corrientes me cercaron,
tu recio oleaje me arrolló.
Me dije: “He sido expulsado
lejos de tu presencia,
pero aún volveré a ver tu Templo santo”.
Las aguas me anegaron hasta el cuello,
el abismo me envolvía,
las algas se enredaban en mi cabeza.

Read full chapter